Este es un viaje hecho con una mirada concreta: conocer todo lo que envuelve la tradición paisajística, arquitectónica e interiorista de la cultura japonesa, de la cultura zen en lo posible.
Todas las fotos son originales mías y centradas en una temática que, con toques inevitables turísticos (algunas vistas, templos,…..), intentan reflejar el detalle en el cuidado que allí se tiene tanto en el ajardinamiento como en la construcción y el mantenimiento de edificios, obviamente, casi todos antiguos. Intenté plasmar la delicadeza y el respeto que los japoneses tienen por los espacios y los árboles. Veréis maquetas y mapas que es algo que me apasiona. Y un gingko milenario, entre otras muchas maravillas arbóreas.
El viaje empieza en una estación de Renfe, del Vallés, y salta a Kyoto con escala logística en Tokyo. Empieza en un tren de Rodalíes y sigue en el Shinkansen japonés que, aparte de ser puntual, se detiene, milimétricamente, allí donde está indicado en el suelo de la estación (no me he resistido a poner fotos, con riesgo de pasar por provinciano). Sorprende, pues, tanta exactitud y precisión (más propia de una país nórdico) en una gente con una mente que imaginamos volátil, meditadora, zen……