COMPLEMENTOS

 MOBILIARIO Y PUESTA EN ESCENA

 

El título viene a cuento de lo que hemos comentado en la introducción del jardín japonés y, especialmente, en el del jardín contemplativo. Nuestro lugar de observación será nuestro lugar de poder.

La relajación que pide la contemplación del jardín merece de una puesta en escena adecuada, lo que no quiere decir necesariamente costosa. Siempre que sea posible aconsejo el uso de la chaisse-longue como mobiliario ideal para la contemplación, ya sea un modelo estándar o, mejor, uno diseñado a medida del lugar. Las llamadas tumbonas de barco, también sirven. Hay que pensar que la contemplación tiende a generar un ensimismamiento en el observador; es, podríamos decir, ligeramente narcótica. El tiempo transcurre a otra velocidad y nos lleva a lo que Plà llamaba badar (un estado de meditación, a fin de cuentas). La meditación lleva al mismo estado que la contemplación, todo depende del escenario que hayamos creado.

En este espacio veréis algunos ejemplos de intervenciones que he diseñado. Las hay distintas porque los clientes son distintos pero, consultados posteriormente, todos han llegado a ese estado hipnótico del ensimismamiento generado por la contemplación.

También hay fotografías de patios interiores, de particulares y de empresas, en la que el espacio disponible es considerablemente menor. A veces la intervención se limita a una celosía, otras a una planta importante….., cualquier detalle que nos abstraiga de lo que teníamos y, recreando un nuevo escenario, nos permita ver una “obra” distinta en cada observación. En empresas, es importante mencionar el incremento de creatividad que se genera en esas contemplaciones, muchas veces por la simple “vista perdida” en un punto que nos desconecta y nos permite reconectar en un nivel más elevado, o desencallándonos del punto muerto en el que estábamos.