JARDINES CONTEMPLATIVOS..

JARDINES CONTEMPLATIVOS

El jardín japonés, básicamente, se divide en dos categorías: según contenga agua, o no. El primero, con agua (niwa), tiene dos modalidades : contemplativo o de largo recorrido. El segundo (kare sansui o jardín seco), es el que la mayoría de la gente conoce como jardín zen, ya que fueron los monjes budistas chinos, que emigraron a Japón desde Corea, los que iniciaron este tipo de jardines en sus templos. Existe, además, el jardín del té (chaniwa) que, siendo de corto recorrido, no tiene que contener agua específicamente. Se recorre, individualmente, buscando el desapego y la purificación (“si pierdes la armonía, debes purificarte”, dice el budismo) para la ceremonia del té.

 

El jardín contemplativo debe contener agua (simboliza el mar), rocas (simbolizan islas) y plantas (árboles), como todo jardín niwa, diferenciándose del de largo recorrido en que está diseñado para observarse desde un punto concreto, generalmente la habitación principal de la casa. En este sentido, coincide con el kare sansui, o jardín seco, en el que la colocación de las piedras se hace, y se observa, desde la perspectiva del punto de observación escogido. En él, la grava simboliza el mar, las piedras islas y, el musgo (si lo hay), el mundo vegetal. Ambos jardines aparecen como representación de las pinturas de los monjes zen, manteniéndose, como en ellas, los tres planos : próximo, medio y lejano. Se crean para iluminar al observador, mediante la contemplación, en su camino al nirvana.